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Albin Pump continúa estableciendo el estándar para la tecnología de bombas peristálticas para hormigón utilizadas en la industria de la construcción.
Ya sea para la transferencia de lechada de cemento, la producción de aditivos químicos o la impresión 3D, ofrecemos una amplia gama de tecnologías para satisfacer todos sus requisitos.
Siga leyendo para conocer cómo se utilizan las bombas peristálticas para hormigón de Albin Pump en el campo y los beneficios que nuestras bombas peristálticas para hormigón pueden ofrecerle.
El cemento es el ingrediente principal del hormigón y consiste en un polvo fino que cuando se mezcla con agua, arena y agregados forma el hormigón.
Pero, ¿cómo se crea el cemento? Se fabrica calentando una mezcla de piedra caliza, arcilla y arena en un horno giratorio a altas temperaturas (2640 °°F/1450 °°C) para producir una “escoria” de cemento. Luego, la escoria se enfría y se muele hasta convertirla en un polvo fino, momento en el que se convierte en cemento.
Luego, se forma el hormigón mezclando cemento (7-10 %) con una mezcla de arena y grava (agregado fino y grueso) y agua para formar una lechada de concreto.
Las bombas peristálticas también son conocidas como bombas de manguera, y se han utilizado durante aproximadamente 150 años desde finales del siglo XIX., cuando se usaban para transferir la mortero y yeso al interior de los edificios durante la construcción. Las bombas de manguera se clasificaron como una pieza de equipo de servicio pesado, ideal para el manejo de lodos o sólidos. Desde entonces, las capacidades avanzadas de las bombas de manguera se han ido ampliando a medida que ha mejorado la tecnología peristáltica.
En las bombas peristálticas para hormigón, los rodillos o zapatas mueven la lechada de cemento a través de la manguera o el tubo a alta presión, por lo que no se necesitan válvulas desgasificadoras. Los rodillos aprietan el hormigón para evitar el reflujo, lo que elimina la necesidad de sellos mecánicos y crea un sistema sin sellos.
Los rodillos comprimen la manguera y eliminan el reflujo interno a través de la bomba. Funcionan similar a una válvula de pinza giratoria con ±1 % de repetibilidad. El movimiento del rodillo o la rotación de la zapata controlan la dirección de la lechada de cemento, sin necesidad de válvulas internas.
